Por: Alexander Cuervo, Para el curso de Sociología de la Cultura, Noviembre de 2012.
La modernidad es un periodo cronológico determinado por una serie de características especiales, configuradas a manera de proyecto, donde la producción humana estaría condicionada por la razón y alimentada por la idea de progreso. Lo moderno es un concepto positivo que está asociado a lo “bueno”, cuya idea aun pervive en la conciencia del común, en la idiosincrasia de la gente. Pero no quiero hablar demasiado en torno a su origen y desarrollo porque me interesa realmente basar este ensayo en la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin quien de una forma muy sagaz hace una crítica muy interesante en relación al tema de la modernidad o la herencia que dejó y por consecuencia se desarrolló la Industrialización, ya que en dicho film he visto elementos que me permitieron reflexionar de una manera especulativa, ciertos aspectos que considero deben ser dignos de análisis, debido a la complejidad del concepto que a pesar de haber sido una idea positiva, trajo consigo una serie de problemas igualmente complejos.
Una de las ideas principales de la modernidad está basada en el aprovechamiento de los recursos, los ilustrados decían que dejar caer los frutos de los árboles era absurdo, a partir de esta idea podemos pensar que se crearon nuevas formas de tecnificar los cultivos y de masificar la conservación de los alimentos en el marco de los adelantos científicos y también técnicos que permitieron la creación de maquinas para elaborar nuevos y más variados productos y por ende la creación de fabricas amplias con necesidad de muchos empleados, todo esto a la par de un crecimiento poblacional con necesidad de empleo y de consumir todos esos productos.
Chaplin al principio de su película nos muestra un rebaño de ovejas, recurre de forma muy interesante a la ya clásica imagen del borrego como símbolo de sumisión y presenta la imagen del reloj que es uno de los iconos propios de la modernidad, pues la industrialización, tecnificación y masificación de la producción humana llevó a que este aparato para medir el tiempo se convirtiera en una herramienta fundamental para el control de horas de llegada, turnos, horas de alimentación y horas de salida. El tiempo, que es un concepto subjetivo se convierte en la modernidad en una entidad importante e interesante de investigar, a razón de lo antes dicho, se vuelve un discurso que nos puede hablar de la gente, sus actividades y también las problemáticas que de ello se derivan, como por ejemplo el abuso evidente por parte de empleadores en la implantación de turnos de trabajo muy largos y tiempos de descanso insuficientes.
Víctima de un ataque de nervios por el exceso de trabajo, derivado del aumento progresivo en la velocidad de producción, Chaplin nos permite afirmar que en torno al tema en cuestión aparecieron o se hicieron más evidentes algunas enfermedades. Como otro ejemplo está la escena donde el pastor va con su mujer a visitar la prisión y Chaplin se encuentra en la salita de espera con la señora, donde está sonando una cuña radial sobre medicinas para la gastritis. Gracias a la modernidad se pudieron evidenciar nuevas enfermedades físicas pero también sicológicas y sociales como la violencia, en este caso política, que se manifiesta en el asesinato del padre, participante de la huelga, y por consecuencia de ello la orfandad de las niñas y la aparición de los agentes gubernamentales encargados de recogerlas, nos habla de mecanismos, entidades y funcionarios encargados del control de ciertas problemáticas, como lo es la prisión y todo lo que eso implica, asociado al discurso del control, la vigilancia y el castigo.
La industrialización, el aumento de la población, el desarrollo urbano, traen consigo nuevas necesidades, nuevos roles, nuevos sueños y esperanzas, gracias a la oferta de una mejor vida. Charles Chaplin sabe aprovechar irónicamente el fenómeno. Hay más variedad de trabajos, pero también más desempleo e inequidad entre clases sociales. El protagonista y su nueva amiga se encuentran frente a una casa donde un hombre y su esposa con su vestido impecable de ama de casa, lo despide a él que parte para su trabajo, ambos muestran una felicidad empalagosa y supuestamente contagiosa para los protagonistas, que anhelan una vida similar. Una vida condicionada por el consumo, por la monotonía del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, donde lo que se necesita o se desea para vivir se puede conseguir en un solo lugar: el supermercado. Donde no sólo se proveen de alimentos, sino de ropa, implementos deportivos, juguetes, cosméticos y demás. Algo que propone comodidad, ahorro de tiempo y para el caso de los protagonistas en su condición de pobreza, frustración, por no poder acceder a la oferta comercial expuesta cotidianamente.
La modernidad implica la razón en las dinámicas culturales, así como un adelanto tecnológico y el desarrollo como el más profundo anhelo. Un proyecto ambicioso que ideológicamente está bien ordenado y se presupone justo, sin embargo estas dinámicas del comportamiento humano no se pueden condicionar a partir de un deseo, pues muchas veces lo que trata de contener termina por desbordarse gracias a las acciones indeterminadas del comportamiento humano. Es la modernidad un concepto ambiguo y bastante polémico, es una estructura compleja que nos permite hablar de lo humano en el tiempo y de sus maneras de operar e interactuar, basadas en el desarrollo social, tecnológico y en la vida misma.
La modernidad es un periodo cronológico determinado por una serie de características especiales, configuradas a manera de proyecto, donde la producción humana estaría condicionada por la razón y alimentada por la idea de progreso. Lo moderno es un concepto positivo que está asociado a lo “bueno”, cuya idea aun pervive en la conciencia del común, en la idiosincrasia de la gente. Pero no quiero hablar demasiado en torno a su origen y desarrollo porque me interesa realmente basar este ensayo en la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin quien de una forma muy sagaz hace una crítica muy interesante en relación al tema de la modernidad o la herencia que dejó y por consecuencia se desarrolló la Industrialización, ya que en dicho film he visto elementos que me permitieron reflexionar de una manera especulativa, ciertos aspectos que considero deben ser dignos de análisis, debido a la complejidad del concepto que a pesar de haber sido una idea positiva, trajo consigo una serie de problemas igualmente complejos.
Una de las ideas principales de la modernidad está basada en el aprovechamiento de los recursos, los ilustrados decían que dejar caer los frutos de los árboles era absurdo, a partir de esta idea podemos pensar que se crearon nuevas formas de tecnificar los cultivos y de masificar la conservación de los alimentos en el marco de los adelantos científicos y también técnicos que permitieron la creación de maquinas para elaborar nuevos y más variados productos y por ende la creación de fabricas amplias con necesidad de muchos empleados, todo esto a la par de un crecimiento poblacional con necesidad de empleo y de consumir todos esos productos.
Chaplin al principio de su película nos muestra un rebaño de ovejas, recurre de forma muy interesante a la ya clásica imagen del borrego como símbolo de sumisión y presenta la imagen del reloj que es uno de los iconos propios de la modernidad, pues la industrialización, tecnificación y masificación de la producción humana llevó a que este aparato para medir el tiempo se convirtiera en una herramienta fundamental para el control de horas de llegada, turnos, horas de alimentación y horas de salida. El tiempo, que es un concepto subjetivo se convierte en la modernidad en una entidad importante e interesante de investigar, a razón de lo antes dicho, se vuelve un discurso que nos puede hablar de la gente, sus actividades y también las problemáticas que de ello se derivan, como por ejemplo el abuso evidente por parte de empleadores en la implantación de turnos de trabajo muy largos y tiempos de descanso insuficientes.
Víctima de un ataque de nervios por el exceso de trabajo, derivado del aumento progresivo en la velocidad de producción, Chaplin nos permite afirmar que en torno al tema en cuestión aparecieron o se hicieron más evidentes algunas enfermedades. Como otro ejemplo está la escena donde el pastor va con su mujer a visitar la prisión y Chaplin se encuentra en la salita de espera con la señora, donde está sonando una cuña radial sobre medicinas para la gastritis. Gracias a la modernidad se pudieron evidenciar nuevas enfermedades físicas pero también sicológicas y sociales como la violencia, en este caso política, que se manifiesta en el asesinato del padre, participante de la huelga, y por consecuencia de ello la orfandad de las niñas y la aparición de los agentes gubernamentales encargados de recogerlas, nos habla de mecanismos, entidades y funcionarios encargados del control de ciertas problemáticas, como lo es la prisión y todo lo que eso implica, asociado al discurso del control, la vigilancia y el castigo.
La industrialización, el aumento de la población, el desarrollo urbano, traen consigo nuevas necesidades, nuevos roles, nuevos sueños y esperanzas, gracias a la oferta de una mejor vida. Charles Chaplin sabe aprovechar irónicamente el fenómeno. Hay más variedad de trabajos, pero también más desempleo e inequidad entre clases sociales. El protagonista y su nueva amiga se encuentran frente a una casa donde un hombre y su esposa con su vestido impecable de ama de casa, lo despide a él que parte para su trabajo, ambos muestran una felicidad empalagosa y supuestamente contagiosa para los protagonistas, que anhelan una vida similar. Una vida condicionada por el consumo, por la monotonía del trabajo a la casa y de la casa al trabajo, donde lo que se necesita o se desea para vivir se puede conseguir en un solo lugar: el supermercado. Donde no sólo se proveen de alimentos, sino de ropa, implementos deportivos, juguetes, cosméticos y demás. Algo que propone comodidad, ahorro de tiempo y para el caso de los protagonistas en su condición de pobreza, frustración, por no poder acceder a la oferta comercial expuesta cotidianamente.
La modernidad implica la razón en las dinámicas culturales, así como un adelanto tecnológico y el desarrollo como el más profundo anhelo. Un proyecto ambicioso que ideológicamente está bien ordenado y se presupone justo, sin embargo estas dinámicas del comportamiento humano no se pueden condicionar a partir de un deseo, pues muchas veces lo que trata de contener termina por desbordarse gracias a las acciones indeterminadas del comportamiento humano. Es la modernidad un concepto ambiguo y bastante polémico, es una estructura compleja que nos permite hablar de lo humano en el tiempo y de sus maneras de operar e interactuar, basadas en el desarrollo social, tecnológico y en la vida misma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario